En una hora y cuarto se desarrolló el pleno de Muxía que supone que el bastón de manos pasó de manos del socialista Iago Toba, alcalde desde 2019, al independiente Javier Sar Romero.
Partido Popular, Independientes y BNG promovieron una moción de censura asentada sobre los pilares de la denuncia de agresiones verbales por parte del alcalde y la supuesta falta de gobernanza.
«Seis suman máis ca cinco»
La situación la resumió la popular Sandra Vilela: “Seis suman máis ca cinco”. En Muxía, en Santiago y en Madrid. Vilela hizo un guiño a la artesanía local, vistiendo una camiseta de encaje elaborada por palilleiras muxianas.
El ambiente de la moción de censura no fue especialmente tenso, como en otras localidades, y los discursos siguieron la línea de las declaraciones previas en los medios de comunicación.
Iago Toba defiende que trabajó mucho y con honestidad y que es víctima de “una trama” de intereses porque no querer “doblar”. La hasta ahora oposición le acusan de no querer dialogar. La noticia es que Muxía tiene un nuevo alcalde.

Alcaldes socialistas
En el Salón del Voluntariado se dejó ver un grupo numeroso de alcaldes socialistas (Camariñas, Vimianzo, Cee, Dumbría, Santa Comba, etc.) con el Presidente de la Deputación, Valentín González Formoso al frente.
Menos presencia del PP. Allí estaba la diputada autonómica y portavoz local de Camariñas, Paula Mouzo Mas, el edil camariñán Manuel Mejuto y los portavoces de Fisterra y Corcubión.
La portavoz del BNG, Mercé Barrientos, dejó clara que la decisión “dura” e “imprescindible” de apoyar una moción de censura fue una decisión de la asamblea local, no algo personal.
Iago Toba se quejó que no se permitiera derecho de réplica en el pleno.
La mesa de edad estuvo presidida por Aurelia Picallo(IxM), acompañada por Felipe Vilela(PSOE).
