El asesinato del porteño Manuel Lemus Noya es uno de los más de 300 asesinatos de ETA sin resolver. Lo ametrallaron el 24 de febrero de 1978 cuando iba a trabajar muy temprano. Murió el 7 de abril en el Hospital de Cruces.
En el libro “Sin Justicia. Más de 300 asesinatos de ETA sin resolver” Florencio Domínguez y María Jiménez Ramos se refieren al asesinato de Lemus, policía local en Santurtzi (Santurce)
Dos vecinos de la localidad fueron detenidos por “haber recogido información sobre Manuel Lemus y habérsela proporcionado a los miembros de ETA que realizaron el atentado”.
Uno de los acusados fue condenado a 12 años como cómplice y el otro fue absuelto. Los autores fueron “individuos no identificados”. La Policía atribuyó la autoría del crimen al Comando Gorbea de ETA Militar. Este comando formado, al parecer, por media docena de terroristas, mató a otras cinco personas más.

Comando Gorbea
Los miembros del Comando Gorbea huyeron a Francia en 1981, cuando se realizaron las detenciones antes mencionadas. Años más tarde hubo arrestos pero no se concretaron condenas.
Incluso una declaración sobre estas actividades por parte de uno de los individuos detenidos, pero sin valor legal, al no firmar la confesión.
Junto al asesinato de Lemus Noya, a esta célula etarra se le atribuye el asesinato de otros dos gallegos, el policía local Manuel Ferreira Simoes y el hostelero Alfredo Ramos. Todos estos crímenes quedaron impunes.
En el programa Na Encrucillada de Radio Xallas, Florencio Domínguez, comentó que el Comando Gorbea “cometió seis asesinatos en la margen izquierda de Bilbao” y en todos ellos “el elemento que les uno es la balística”.
Se pudo llegar a alguna información “por el rastro que dejaron las armas” pero “no se pudo juzgar ningún caso” ya que “no se pudo relacionar a esas armas con personas concretas”.